SOLA EN LA PENUMBRA (1994)

Sola en la penumbra sigue la senda de Sola en la oscuridad con Audrey Hepburn, dirigida por Terence Young, Una mujer desvalida por su ceguera en este último caso o por haber superado una operación que le ha devuelto la vista con largas secuelas.
Así, nuestra heroína encarnada por la gran Madeleine Stowe, ve las cosas con retraso. Es decir, ve una imagen pero no la recibe en el cerebro hasta horas después complicando así la trama y los efectos visuales.
Si Michael Apted no consigue brillar a gran altura en este rutinario filme de suspenso, apañado y correcto sin más, Madeleine da lo mejor de sí misma en su mejor época y desde luego le debemos lo mejor de la película aunque lo más correcto sería decir que ella es la película. Es decir, que su trabajo interpretativo libra a esta cinta de la mediocridad y del olvido.
No es la única vez que eso ocurre, muchas películas se han salvado por el talento de sus intérpretes y éste es un caso claro de un actor o actriz que eleva la calidad del conjunto sólo con su labor.
Aquí la protagonista es una violinista ciega, traumatizada por una infancia adversa y que vive sola e independiente. Madeleine borda su personaje y en cierto modo nos enamora. En mejores manos hubiera dado más de sí, pero en este modesto filme hace lo que puede que es mucho.

Salvador Sáinz