EL HIJO DE LA PANTERA ROSA (1993)

Nos encontramos ante lo que podríamos definir un filme de decadencia artística. En 1963, Blake Edwards obtuvo un inesperado triunfo con La Pantera Rosa, la cinta original, encumbrando a Peter Sellers en el papel del atribulado Inspector Jacques Yves Clouseau. Su éxito fue tal que engendró una larga e importante serie compuesta por los siguientes títulos: El nuevo caso del inspector Clouseau (1964), donde se introduce el personaje del comisario Dreyfus (Herbert Lom); El rey del peligro (1968), con cambio de actor, Alan Arkin; El regreso de la Pantera Rosa (1975), con el regreso de Peter Sellers; La Pantera Rosa ataca de nuevo (1976); La venganza de la Pantera Rosa (1978); Tras la pista de la Pantera Rosa (1982), rodada con deshechos de otras cintas tras la muerte de Sellers;  La maldición de la Pantera Rosa (1983), con un cameo de Roger Moore como Clouseau; El hijo de la Pantera Rosa (1993), fin de la serie "oficial"; La Pantera Rosa (2006), nueva serie con Steve Martin; La Pantera Rosa 2 (2009).
Al fallecer Sellers de un inesperado ataque cardiaco a los 54 años, inesperado pero al mismo tiempo predecible por su frágil estado de salud, la serie quedó huérfana y se rodó un lamentable título construido a base de retales y posteriormente dos títulos más. La maldición de la Pantera Rosa, un torpe policía estadounidense, Ted Wass, buscaba al desaparecido inspector que aparece finalmente bajo los rasgos de Roger Moore tras hacerse la cirugía estética.

En la película que nos ocupa el personaje de Clouseau ya ha fallecido, contradiciendo al título anterior, y aparece en esta caso un hijo natural del torpe policía que tuvo con Maria Gambarrelli, su amor en El nuevo caso del inspector Clouseau, personaje interpretado por Elke Sommer y que aquí aparece bajo los rasgos de Claudia Cardinale que en la primera película aparecía con un papel distinto. Ls dos apariciones de la enamorada del inspector son asimismo muy distintas, ya que en la original cinta era una chica tontorrona tan descerebrada como su enamorado inspector. En cambio aquí es una mujer inteligente y agradable, contradiciendo la descripción anterior.
Parece ser que además Edwards ha querido premiar la fidelidad de Herbert Lom a la serie casándole con la viuda del inspector, olvidándose de que Dreyfuss había fallecido en La Pantera Rosa ataca de nuevo (1976) y reaparecido en la siguiente sin darnos ninguna explicación, algo muy propio de Edwads que se salta las reglas cinematográficas a la torera como si fuese el mismísimo Jesús Franco.
Nos encontramos ante un producto de fin de carrera apurando una fórmula ya periclitada pero que tiene ese aire nostálgico y emotivo. Destaca la tradicional elegancia de Edwards en su puesta en escena. Roberto Benigni, un valor entonces en alza, asume el papel principal aunque el filme sufrió un descalabro en taquilla. A excepción de La vida es bella, Benigni siempre fue un actor bastante gafe que no ha sabido calar en el corazón de su público.
No es ninguna película sólida, pero tampoco tan desdeñable como se ha dicho. Tiene su gracia y conserva la marca de fábrica de su elegante director.

Salvador Sáinz