AGORA (2009)

Agora es tal vez una de las mejores, sino la mejor, película sobre el Imperio Romano jamás rodada demostrando que la espectacularidad no va reñida ni con el intimismo ni con la sensibilidad. No es de extrañar la actitud de una prensa capaz de encumbrar el cine trash a los altares para los cuales un título culto rebasa sus cerebros adocenados.
La película trata de los obstáculos que tiene la evolución de la inteligencia, del poder corrupto, la intolerancia religiosa y la obstinación ciega.
Almenábar cuenta una historia del pasado que parece una historia del presente. Esas turbas que entran a saco en la Biblioteca de Alejandría destruyendo el saber de siglos de luz podrían verse reflejados en otros dementes de la historia actual y del pasado siglo. Vándalos de todos los colores y de ideologías distintas cuyo nexo común es la intolerancia y la ceguera intelectual.
Me han impresionado sobre todos esos planos de masas, inéditos en un peplum (algunos para desacreditar este título lo han llamado peplum, pero yo reivindico aquí el género como válido), en que las turbas se ven desde planos generales lejanos dando la sensación de que nos encontramos en una colonia de hormigas aunque más bien parecen un rebaño de borregos alocados.
Las turbas sedientas de sangre, violencia y de ignorancia en la cual se sienten cómodos, que braman cuando un intelecto trata de sacarles de su ignorancia. Ese odio patológico hacia lo que no entienden.
El año 391 de nuestra era fue nefasto para el mundo de la cultura. Fue el inicio de la entrada en la Era Oscura de la Edad Media, del feudalismo más ruin y descarnado, los siglos de la brutalidad y la infamia. Un feudalismo que a veces parece que quiere resucitar a pesar de la gran evolución tecnológica que vivimos pero que no ha ido acompañada de una evolución intelectual.
La historia de Hipatia, excelente Rachel Weisz, tiene numerosos puntos de interés para seducirnos y al mismo tiempo abrirnos los ojos ante el gran error histórico de nuestra civilización de cerrar las puertas al otro 50% de la humanidad por tener genitales diferentes.
El histerismo de los necios empeñados en destruir todo aquello que no comprenden, esa locura institucionalizada y amparada por los clásicos oportunistas ávidos por medrar, siempre en pos del enriquecimiento personal.
Excelente película que esperemos se convierta en todo un referente del cine histórico.

Salvador Sáinz