GOLIAT CONTRA LOS GIGANTES (1961)


GOLIAT CONTRA LOS GIGANTES. Título original: Goliath contro i giganti. Año: 1961. País: Espàña, Italia. Director: Guido Malatesta. Reparto: Brad Harris (Goliath), Gloria Milland (Princesa Elea), Fernando Rey (Bokan, el usurpador), Barbara Carroll (Daina), Carmen de Lirio (Diamira), Pepe Rubio (Briseo), Fernando Sancho (Namathos), Lina Rosales, Arnaldo Martelli, Ignazio Dolce, Luigi Marturano, Franco Gasparri, Nello Pazzafini (Jagoran), Francisco Bernal, Manuel Arbó, Ángel Ortiz,Rufino Inglés, Lluís Marco. Guión: Arpad DeRiso, Gianfranco Parolini, Cesare Seccia, Giovanni Simonelli, Sergio Sollima (Argumento: Cesare Seccia). Música: Carlo Innocenzi. Fotografía: Alejandro Ulloa. Co-producción Italia-España; Cinematografica Associati (CI.AS.) / Procusa. Aventuras, Mitología. Duración: 98 minutos.

Goliat contra los gigantes es un péplum menor que reutiliza atrezzos y decorados de otras películas. En este caso el puerto de Laredo reconvertido en Rodas (El Coloso de Rodas) y su trama es algo caótica aunque simpática y divertida.
Unos lagartijos gigantes amenizan la función, aparecen sin más ni más unas amazonas con un vestuario ya utilizado en otras cintas y todos los típicos tópicos del péplum con héroe forzudo incluido. Mucha carne masculina es exhibida para deleite de hembras y gays, colectivo que en su día adoraba estas cintas por las raciones de vista, y sus musculosos protagonistas como Ed Harris que era habitual en las series B.
La película no tuvo demasiado éxito, se exhibió en programas dobles, en los llamados cines de barrio. Tiene su gracia como es de ley. Los palacios con gente recostada y bailarinas que realizan mil contorsiones, los traidores y el villano histriónico que en este caso es Fernando Rey.
Lo que puede que le haga diferente son sus bruscos cambios argumentales. Al ser una película que se ha realizado para aprovechar un atrezzo, da la impresión de que la trama está urdida para exhibirlo buscando cualquier excusa para tal fin.
Así que a trancas y barrancas los 97 minutos transcurren en un santiamén. Una película simpática sin más. Guido Malatesta no ha pasado a la Historia del Cine como un maestro pero ni falta que le hace.
Su ayudante de dirección es Jorge Grau, el mismo de El Coloso de Rodas.

Salvador Sáinz