GOLFUS DE ROMA (1966)

Pséudolo o El impostor (Pseudolus) es una obra de teatro de Plauto, comediógrafo de la Antigua Roma dedicado a la fábula paliata. En los años sesenta del siglo pasado, Broadway quiso recrear la antigua comedia del Imperio Romano.  Burt Shevelove y Larry Gelbart escribieron el libreto de Algo gracioso ocurrió camino del foro con canciones del afamado Stephen Sondheim con el cómico judío Zero Mostel al frente del reparto.
El éxito fue arrollador y le valió varios Tonys, más de novecientas representaciones en su estreno, su traslado en la escena londinense y otros países como España. Finalmente se adaptó al cine llamando a un director que en aquel tiempo estaba en la cresta de la Ola, Richard Lester.
Lester despreció la obra original pese a sus prestigiosos premios y la quiso hacer suya. Eliminó casi todas las canciones y las sustituyó por escenas de comicidad visual como esa loca carrera de cuadrigas que en realidad están calcadas de Escándalos Romanos con Eddie Cantor.
La película defraudó a los admiradores de la obra pero sin embargo en países que no la conocían les encantó, les pareció divertida y terminó por convertirse en todo un clásico de la comedia cinematográfica. La situación es altamente paradójica.
Lester rodó la película en España, interiores en los Estudios Bronston reutilizando decorados de La caída del Imperio Romano.

Uno de los grandes aciertos de la cinta, aunque también no exenta de reproches, fue la inclusión en el reparto del legendario Buster Keaton, entonces en la recta final de su existencia. Un cáncer terminal estaba a punto de terminar con su vida y todavía tuvo tiempo de protagonizar un cortometraje canadiense, The Scribe, que cerraría con honor su filmografía.
La enfermedad hacía mella en su rostro pero Keaton puso empeño en salir airoso del trance. Amaba el cine, amaba los rodajes y los disfrutó sabiendo que estaba al final de su carrera y de su vida.
Algunos gags visuales tienen un transfondo keatoniano. Esa orgía en casa de Senex con las huestes del terrible Miles Gloriosus, el rey de las matanzas, como canta en su pomposa canción en la entrada nada triunfal de Roma.
Para valorar Golfus de Roma, película, nos debemos olvidar la obra teatral, su referente porque poco o nada tienen que ver. Es otra historia. Muy discutible quizá, pero son mundos distintos. Lester tenía fama de autor cinematográfico en aquella época gracias a sus películas con The Beatles y, sobretodo, a la comedia The Knack, toda una joya del humor británico.
La fotografía de Nicolas Roeg a base de colores chillones es excelente, así como el peculiar montaje de Lester, precursor de los videoclips y un renovador del humor visual muy a tener en cuenta.
Pero el escaso éxito comercial de esta cinta y sobretodo de Petulia, su siguiente título, llevaron su carrera a un punto muerto des que salió tiempo después cuando los Salkind, padre e hijo, le rescataron del olvido encargándole la realización de una nueva y novedosa adaptación de Los tres mosqueteros, pero eso es ya otra historia.
Golfus de Roma es una comedia muy divertida, muy graciosa, que antaño pasó por innovadora y en la actualidad es todo un clásico del humor. Una cinta muy personal que en cierto modo cambió la forma de recrear la vida de la Antigua Roma.
Lester contrató a unos campesinos españoles para que vivieran durante un mes en los decorados romanos dando la sensación de que la Ciudad Imperial no era tan impoluta como en los filmes del género, sino un lugar sucio y maloliente retratado con todo rigor.
El espíritu de Plauto asoma en más de algunas escenas.
La vida cotidiana romana está perfectamente reflejada en sus escenas. Años después los Monty Python con La vida de Brian siguieron esta senda de rigurosa reconstrucción histórica, alejado de las ampulosas epopeyas tan en boga en aquellos tiempos.
En definitiva nos encontramos ante un espectáculo que decepcionó a los seguidores de la obra pero que entusiasmo a los fans de Richard Lester, aunque sea por la breve aparición de la más importante leyenda del cine cómico, Buster Keaton, arropados por figuras señeras de la escena tanto en Broadway (Zero Mostel, Phil Silvers) como en Londres (Michael Crawford, Michael Horden). Una obra original y única.

Salvador Sáinz

Curioso el origen de esta película. Primero fue en la Antigua Roma tres obras teatrales de Tito Maccio Plauto (en latín, Titus Maccius Plautus; Sarsina, Umbría; 254 a. C.–Roma, 184 a. C.) reconvertido en un famoso musical de Broadway con letra y música de Stephen Sondheim (Nueva York, 1930) y libreto de Burt Shevelove y Larry Gelbart que obtuvo el Tony al mejor Musical y al mejor autor. Se estrenó el 8 de mayo de 1962 en el Alvin Theatre, y después en el Mark Hellinger Theatre y el Majestic Theatrey. Duró en cartel hasta el 29 de agosto de 1964 después de 964 representaciones y 8 preestrenos.
Richard Lester menospreció el libreto y eliminó casi todas las canciones del original en su adaptación cinematográfica lo que provocó indignación entre los admiradores de la obra.
En su reparto original estaban Zero Mostel y Jack Gildford, de sólida carrera teatral. En sus numerosas reposiciones el papel principal lo han interpretado Nathan Lane, Whoopi Goldberg y en España Javier Gurruchaga.