EL BUENO, EL FEO Y EL MALO (1966)

EL BUENO, EL FEO Y EL MALO. Título original: Il buono, il brutto, il cattivo. Año: 1966. Italia, España, Alemania. Director: Sergio Leone. Reparto: Clint Eastwood (Rubio, «el bueno»), Lee Van Cleef (Angel Eyes, «el malo»), Eli Wallach (Tuco, «el feo»), Aldo Giuffrè (Capitán de la Unión), Mario Brega (Cabo Wallace), Luigi Pistilli (Padre Pablo Ramírez), Al Mulock (Cazarrecompensas manco), Antonio Casas (Stevens), Antonio Casale (Bill Carson/Jackson), John Bartha (Sheriff), Antonio Molino Rojo (Capitán Harper). Guión: Agenore Incrocci, Furio Scarpelli, Luciano Vincenzoni, Sergio Leone (Historia: Luciano Vincenzoni, Sergio Leone). Música: Ennio Morricone. Fotografía: Tonino Delli Colli. Coproducción Italia - España - Alemania del Oeste; MGM release / Produzioni Europee Associati (PEA) / Arturo González Producciones Cinematográficas, S.A / Constantin Film Produktion. Duración: 161 minutos. Western | Spaghetti Western. Guerra de Secesión. Película de culto

El bueno, el feo y el malo es una película del llamado spaghetti western estrenada en 1966. Fue dirigida por Sergio Leone, y contó con la actuación de Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach. Está considerada como una de las mejores películas de la historia.

Sergio Leone (Roma, 3 de enero de 1929 – Roma, 30 de abril de 1989) fue un guionista, productor y director de cine italiano. Es uno de los directores más famosos de la historia del cine, y es sobre todo conocido por sus spaghetti western. El bueno, el feo y el malo es la tercera y última película de la llamada Trilogía del dólar; en ella, fue precedida por Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, 1964) y La muerte tenía un precio (Per qualche dollaro in più, 1965). La trama gira en torno a dos pistoleros (el bueno y el feo) y un asesino, corrupto e inescrupuloso Sargento del Ejército de La Unión de Estados Unidos convertido en pistolero (el malo) que luchan por encontrar un tesoro consistente en monedas de oro durante la Guerra de Secesión (Guerra Civil estadounidense).

La carrera de Leone fue demasiado breve, murió relativamente joven y no tuvo tiempo de enriquecerla con nuevos títulos. El western europeo le hizo triunfar pero también le encasilló restándole posibilidades de rodar filmes distintos salvo excepciones como Érase una vez en América (1984) que muchos consideran su auténtica obra maestra. Sin embargo sus fans siempre se decantan por la ya mentada Trilogía del Dólar, actualmente películas de culto que en su día machacaron las taquillas mundiales, incluso las estadounidenses, y por extraño que parezca fue machacada por los críticos de entonces.


El bueno, el feo y el malo, al contrario de sus antecesoras, es una película de gran envergadura industrial. Hemos de tener en cuenta de que su estrella, actualmente una de las más prestigiosas del cine internacional y más caras, era un completo desconocido en aquel tiempo y su cachet estaba por los suelos. Clinton «Clint» Eastwood Jr. (San Francisco, California, 31 de mayo de 1930) es un actor, director, productor, guionista, músico y compositor estadounidense. Su primer papel relevante fue como secundario en el reparto de la serie de televisión Rawhide (1959–1966). Sergio Leone le vio en un episodio y le ofreció protagonizar Por un puñado de dólares obteniendo un gran éxito.

Los westerns europeos o spaghettis, como se les llamó desde entonces, no tenían un gran potencia económico detrás. Eran películas pequeñas que generalmente se proyectaban en programas dobles y en salas de poca categoría (los multicines actuales apenas existían salvo en grandes capitales). Estaban protagonizadas por actores desconocidos o en decadencia a los que la industria de Hollywood había relegado a papeles secundarios.

El éxito de Leone fue completamente inesperado y fue muy importante porque por vez primera el cine italiano y el español (ya que eran coproducciones rodadas en España con técnicos y actores de nuestro país) consiguieron que temblaran las grandes productoras estadounidenses que veían cerca su decadencia y la pérdida de su hegemonía. Una coyuntura que las cinematografías europeas no supieron aprovechar y que hundieron en producciones zafias de escaso atractivo.
La película que nos ocupa goza merecidamente de gran prestigio cinéfilo y no es de extrañar. Si la crítica se llevó las manos a la cabeza cuando cundió la noticia de que nuestros cineastas iban a rodar westerns, género inequívocamente estadounidense, terminó por tragarse todas sus descalificaciones cuando se estrenó El bueno, el feo y el malo.

El western de Leone no sólo triunfó en Europa sino en los mismos Estados Unidos y marcaron un antes y un después en el género que nunca más volvió a ser el mismo. Influenció en cineastas posteriores como Sam Peckinpah, Quentin Tarantino y Lawrence Kasdan aunque el propio Leone fue influenciado por Akira Kurosawa y el cine japonés.
Pero lo más importante es que Leone daba una visión distinta del lejano Oeste que era un lugar sucio, repleto de gente miserable, ruin y mezquina.

Leone es un cineasta detallista, apto para la épica, pero también para la demistificación. Alrededor de la historia central cuenta muchas historietas secundarias, la escena de la guerra civil, planos de soldados que se hacen una foto de antaño o convaleciendo en camas. Rubio (Clint Eastwood) atiende a un soldado moribundo ofreciéndole un cigarro, detalle impensable en cintas estadounidenses en donde se muestra las glorias de la contienda y se omite toda su crudeza, el drama de miles de personas anónimas que sufren sus consecuencias.

Un western que vive de las tradiciones de la novela picaresca española, los protagonistas son dos truhanes sin escrúpulos que sólo piensan en enriquecerse y el adversario un pistolero despiadado que asesina por dinero a un padre de familia en la escena inicial.

La música de Ennio Morricone es fundamental aunque a veces roba protagonismo a la misma película. Los actores están fabulosos, Clint Eastwood, Lee Van Cleef, sobretodo Eli Wallace en su personaje de Tucco que borda con todo su talento de histrión. No olvidemos a los secundarios italianos y españoles que por fin se asomaban a las pantallas internacionales.
El guión es fantástico, contando siempre historias secundarias, personajes episódicos que viven su momento con pasión.
Leone cuenta una historia ubicada en un mundo caótico, con gente desesperada en una sociedad miserable y hambrienta. Una visión mucho más humana y cercana de aquel mítico Oeste de leyendas.

Un Oeste distinto y más real. Se dijo que los actores españoles e italianos no daban el pego, pero se equivocaron porque el verdadero Oeste se forjó no con colonos americanos sino con recién llegados de Europa huyendo de la miseria y buscando una alternativa a su precaria existencia en sus lugares de origen. Los colonos una vez asentados se americanizaron con el tiempo, pero fueron inmigrantes procedentes de otras tierras quienes crearon aquel Oeste de epopeya y genocidio.

La película cuenta con la participación de numerosos extras, sobretodo soldados procedentes del ejército español, los llamados quintos que realizaban su servicio obligatorio al Estado y que se ganaban un sobresueldo en estas películas gracias a la política de entonces que favoreció estos rodajes porque daban prestigio a nuestro país y lo colocaban en un escaparate mundial.

Para el cine español, para nuestros actores y nuestros técnicos fueron años de gloria que en la actualidad se recuerda con nostalgia.

Salvador Sáinz



El papel de Víctor Israel fue eliminado en la sala de montaje, pero se pueden ver en los extras de los DVD de esta cinta.