EL CAPITÁN DE CASTILLA (1947)

 

EL CAPITÁN DE CASTILLA. Título original: Captain from Castile. Año: 1947. País: Estados Unidos. Director: Henry King. Reparto: Tyrone Power (Pedro de Vargas), Jean Peters (Catana Pérez), Cesar Romero (Hernán Cortéz), Lee J. Cobb (Juan García), John Sutton (Diego de Silva), Antonio Moreno (Don Francisco de Vargas), Thomas Gomez (Padre Bartolomé de Olmedo), Alan Mowbray (Profesor Botello), Barbara Lawrence (Luisa de Carvajal), George Zucco (Marqués de Carvajal), Roy Roberts (Capt. Pedro de Alvarado), Marc Lawrence (Corio), Robert Shaw (Oficial español), Jay Silverheels (Coatl), Stella Inda (La Malinche). Guión: Lamar Trotti (Novela: Samuel Shellabarger). Música: Alfred Newman. Fotografía: Arthur E. Arling & Charles G. Clarke. 20th Century Fox. Duración: 140 minutos. Aventuras.

El capitán de Castilla supuso una feliz adaptación de la novela histórica de Samuel Shellabarger (1888 – 1954) sobre la conquista de México. La Conquista de México se refiere principalmente al sometimiento del Estado Mexica o azteca, logrado por Hernán Cortés en el nombre del rey Carlos I de España y a favor del Imperio español entre 1519 y 1521. El 13 de agosto de 1521, la ciudad de México-Tlatelolco cayó en poder de los conquistadores españoles, después de dos años de enconados intentos bélicos, políticos y conspirativos, en los que participaron, junto con los españoles, los pueblos indígenas previamente avasallados por los mexicas, en un afán por rebelarse —aprovechando la alianza con los recién llegados— de las condiciones de sojuzgamiento en que vivían. Este hecho marcó el inicio de la colonización española y el nacimiento del México mestizo.

Hernán Cortés (1485 - 1547) es uno de los personajes más controvertidos de la Historia Mundial que es receptor de juicios contradictorios y dispares. Se le acusa de imperialista cuando en realidad el territorio que conquistó ya era un imperio antes de su llegada, lo que no justifica nada sus acciones, pero tampoco es justa la doble vara de medir.
Estamos hablando de otros tiempos en que la gente, no sólo la española, sino la de todo el mundo, pensaba de forma distinta a lo que pensamos ahora. No había entonces ideologías políticamente correctas, además ¿qué es lo correcto y en función de qué unas ideas son positivas y otras negativas? Todo es relativo.
La conquista de México fue dura, fue cruel e inhumana, pero el Imperio Azteca no le tenía nada que envidiar al español en crueldad. De no ser así la rebelión de los pueblos vecinos contra su poder, que favoreció los intereses de Cortés y de la Corona Española, nunca se hubiera producido.
Si Hernán Cortés hubiera sido anglosajón como Davy Crockett o Daniel Boone en la actualidad tendría una copiosa filmografía compuesta por centenares de títulos, tal vez miles, y gozaría de admiración y respeto pero al pertenecer al Imperio Rival de los anglosajones es estimagtizado y odiado.
Tal vez algún día se le hará justicia y se le juzgará con frialdad por sus aspectos negativos y positivos.


La película de Henry King es en realidad un relato de aventuras en donde las campañas de Hernán Cortés y su amante La Malinche son un telón de fondo. Se rodó prácticamente en los lugares en donde ocurrieron los hechos descritos y la lectura que se hace del personaje en cuestión no es ni positiva ni negativa. Cada cual saca sus propias conclusiones.

El Nuevo Continente, entonces llamado Las Indias, supuso una oportunidad para mucha gente que deseaba prosperar, tener una oportunidad en sus vidas. Europa era un camino ya trillado, como se dice en la película, y los barcos se llenaron de aventureros dispuestos a enriquecerse a cualquier precio. Se acusa a Cristóbal Colón de vaciar las cárceles para iniciar su aventura que en aquel tiempo se juzgó descabellada.
España, antes dividida en varios reinos como el de Granada, Castilla, Aragón y Navarra, pasó de ser un país pobre a un país rico, la primera potencia mundial, a los Estados Unidos de aquel tiempo para ser más precisos. Aquella gloria costó sufrimiento y sangre. El Imperio español era, en extensión el mayor de toda la historia, más grande que el griego o el romano y se conquistó en u breve periodo temporal y cayó asimismo tan rápido como se creó. No tenía bases sólidas con un país que desde entonces ya tenía mala fama de corrupto, sobretodo por el fundamentalismo de la Inquisición.
No estamos ante una película de análisis histórico pero sí ante un filme de aventuras muy bien logrado, en todo un clásico con el galán Tyrone Power, especialista en películas de acción, pero sobretodo fue un todoterreno. Le dieron la réplica la debutante Jean Peters, actriz que se anticipó a su tiempo con personajes de acción como La Mujer pirata, secundarios de relumbrón como Antonio Moreno (galán español de Greta Garbó y una de las grandes estrellas del cine mudo en Hollywood), Lee J. Cobb (gran secundario), Alan Mowbray (el entonces famoso Coronel Flack (1953–1959), pionero de los telefilmes) y sobretodo César Romero como Cortés.

Romero era un actor despreciado hasta que interpretó al famoso conquistador extremeño. La película que nos ocupa se ha convertido en todo un clásico, muy bien narrada, mucho mejor que los blockbusters actuales, y en la actualidad sorprende por su dinamismo y acción. La pareja protagonista está soberbia. Jean Peters no tardó en cautivar al público de su época y es lástima que Hollywood no le sacara mejor partido porque era una joya.
El colorido, la factura es impecable. Sin embargo Hernán Cortés aún se merece una película que cuente su historia sin triunfalismos imperialistas pero también sin rencor, odio ni tergiversación histórica. Es decir con rigor. La España de aquel tiempo no fue ningún paraíso, en cierto modo fue un infierno de la Gran Hermandad y la intolerancia ideológica. Detalles que aparecen apuntados en esta cinta que todavía cautiva y seduce como un ejemplo de narración cinematográfica.

Salvador Sáinz