Woody Allen es un cineasta irregular, capaz de crear obras maestras como La rosa púrpura del Cairo o Medianoche en París y bodrios como Vicky Cristina Barcelona.
Hubo una época en que se creyó Ingmar Bergman
y se olvidó de que el cineasta sueco es irrepetible, personal e intransferible castigándonos con títulos soporíferos como Septiembre.
El mitificado Allen pretende crear un filme repleto de pretensiones, una profundísima reflexión sobre la incomunicación y la soledad
provocando que caigamos en los brazos de Morfeo.
Prefiero el Allen más genuino como el de Balas sobre Broadway, Todos dicen I Love You en las que sólo pretende ser él mismo y no el pretencioso del film presente.
Eso sí Mia Farrow está exquisita, como casi siempre. Si en algo ha tenido buen gusto Allen es en escoger a sus musas como la presente y Diane Keaton
de grato recuerdo.
Septiembre es desmedida, pretenciosa, vacía. en ella no hay más que presunción y arrogancia. En fín.
Salvador Sáinz
Septiembre. Título original: September. Año: 1987. duración: 82 minutos. País: Estados Unidos. Dirección y guión: Woody Allen. Fotografía: Carlo Di Palma. Reparto: Mia Farrow, Dianne Wiest, Sam Waterston, Denholm Elliott, Elaine Stricht, Jack Warden. Productora: Orion Pictures. Productores: Jack Rollins & Charles H. Joffe. Género: Drama
