WALL STREET (1987)

Apocalipsis 13:1 Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
Apocalipsis 13:2 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.

En los textos bíblicos nos hablan de una terrible Bestia que aparecerá en el fin de nuestro tiempo, una Bestia que representa todos los males, pero en realidad esta Bestia no es una fantasía, es una realidad y se llama Wall Street.
La crisis del tiempo actual en que de un plumazo se han eliminado conquistas que han costado siglos conquistar se gesta en lugares como los descritos por estas dos películas de Oliver Stone.


Wall Street. Título original: Wall Street. Año: 1987. Duración: 120 min. País: Estados Unidos. Director: Oliver Stone. Guión: Stanley Waiser & Oliver Stone. Música: Stewart Copeland. Fotografía: Robert Richardson. Reparto: Michael Douglas, Charlie Sheen, Daryl Hannah, Terence Stamp, Martin Sheen, Hal Holbrook, Sylvia Miles, Richard Dysart, Millie Perkins, Annie McEnroe, Sean Young, Anna Thomson, James Spader. Productora: 20th Century Fox / Edward R. Pressman Production. Género: Drama | Bolsa & negocios
PREMIOS
1987: Oscar: Mejor actor (Michael Douglas)
1987: Globo de Oro: Mejor actor (Michael Douglas)
1987: Nominada a los Premios Razzie: Peor actriz secundaria (Daryl Hannah)

Durante siglos, desde el inicio de nuestra civilización, ha habido clases, jerarquías, una élite privilegiada que ha dominado al resto de la humanidad en cualquier lugar del planeta. Pero desde que se inició la Revolución Industrial, gracias a otra Revolución, la francesa, la aristocracia entró en declive y florecieron otras elites dominantes.
Pero si antaño la clase dominante siempre tenía rostro, nombres y eras seres tangibles, el mundo moderno ha creado unos nuevos déspotas, unos tiranos que nadie conoce, cuyo rostro nos es desconocido y que reside en Wall Street y en las bolsas de otros lugares.
Son seres que sólo se mueven por dinero, obsesionados en acaparar todo el capital existente para acumularlo en sus cuentas corrientes dejando a otros seres humanos en la más pura miseria.
Esos personajes están representados en ese Gordon Gekko encarnado con propiedad por Michael Douglas. Unos seres anónimos, que en la sombra, mueven los hilos del mundo. Que se apropian de empresas y de las idas de numerosos seres, que para enriquecerse hacen quebrar negocios que dan de comer a muchas familias a las que dejan en la calle por pura codicia.
Seres que extienden su poder gracias a sus cómplices, a esos personajes rastreros, como el encarnado por la vapuleada Daryl Hannah. Si bien la actriz nos es simpática, su personaje es completamente odioso.
Oliver Stone no profundiza demasiado en tan turbio mundo, no obstante Wall Street es un film producido y distribuido por las multinacionales que no se van a criticar a sí mismas.
Como ejemplo cinematográfico la película no es ninguna obra maestra pero sí una producción interesante y más que estimable. Stone hace lo que puede en un territorio hostil. Pero está claro que está siendo condicionado por las empresas que a fin de cuentas financian la película.
Este Moloch, ese Averno de las Finanzas, no queda demasiado bien parado por las críticas el realizador de JFK, Comandante, Nixon y Nacido el Cuatro de Julio.
Wall Street merece la pena ser vista, produce mucha inquietud y trata de mostrar la verdadera faz de la mayor lacra del mundo actual.

Salvador Sáinz

La película de 1987 tuvo una secuela 23 años después, Wall Street: El dinero nunca duerme (Wall Street 2: Money Never Sleeps, 2010) del mismo Oliver Stone con Shia LaBeouf y Michael Douglas que ha pasado desapercibida.