El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hydees una novela escrita por Robert Louis Stevenson y publicada por primera vez en inglés en 1886, que trata acerca de un abogado, Gabriel John Utterson, que investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde.
En 1887 se estrenó una obra de teatro en Boston que estuvo recorriendo Gran Bretaña durante 20 años. Thomas Russell Sullivan hacía el papel del Doctor Jekyll y de Mr. Hyde. En 1912 se rodó una película estadounidense Dr. Jekyll and Mr Hyde (1912). Dirigida por Lucius Henderson y protagonizada por James Cruze y Florence Labadie. Había dos versiones anteriores, una de 1908 con el mismo título, protagonizada por Hobart Bosworth, el primer Jekyll/Hyde del cine y otra alemana Den skæbnesvangre opfindelse (1910) con Alwin Neuß. La versión interpretada por John Barrymore fue la quinta y Stan Laurel la parodió en 1925 con Dr. Pyckle and Mr. Pryde.
A estas alturas todo el mundo conoce el argumento del desdoblamiento de personalidad, y es curiosa la novela en que dicha circunstancia es mostrada como un misterio pues hasta el final no se desvela que Jekyll y Hyde son la misma persona.
Se trata de una de las figuras que más veces se ha adaptado al cine compitiendo con Drácula, Tarzán y D’Artagnan con resultados dispares, algunas obras maestras, mucha mediocridad y también los bodrios de rigor.
La versión de 1920 de John S. Robertson fue la primera película importante que se rodó con los personajes de Stevenson y aunque fue superado años después por Rouben Mamoulian presenta una de las mejores interpretaciones del personaje a cargo de John Barrymore, un actor muy versátil que fue capaz de realizar la transformación ante las cámaras sin trucajes de ningún tipo, sólo desencajando el rostro.
Aunque el guión esté demasiado inspirado en la obra teatral de 1887, que obtuvo un éxito sin precedentes, la película muestra diversos puntos de gran interés como la sólida recreación del Londres victoriano y una buena narración creando una atmósfera de intriga y misterio. El suspenso está bien llevado y John Barrymore borda el personaje quedando para el recuerdo una de las mejores, sino la mejor, interpretación que se recuerda de Jekyl y de Hyde.
Salvador Sáinz
