CABIRIA (1914)

Clásico entre los clásicos, una película que en su día hizo época y creó el colosalismo, las grandes superproducciones, el péplum. De hecho Pastrone ya había rodado La caída de Troya (1911) tres años antes, pero no con medios tan holgados en los que se tiró prácticamente la casa por la ventana.
Además cuenta con el concurso de Segundo de Chomón que inventó el travelling, es decir colocar la cámara sobe unos raíles para moverla ente los actores o los decorados. Asimismo muchos efectos especiales que en la actualidad podremos considerar primitivos, esas naves ardiendo por ejemplo. Pero la creatividad de nuestro aragonés está siempre presente en muchas secuencias.
Quo vadis? (1913), de Enrico Guazzoni de dos horas de duración era todo un éxito, por lo que con Cabiria se iba a superar el gran espectáculo.  247 minutos de duración aunque en la copia de DVD sólo hemos visto 126. En la restauración de 2006 está la versión de 181 minutos que es la más completa hasta la fecha.
El rodaje tuvo lugar en Túnez, Sicilia y los Alpes. Participaron miles de extras con decorados ambientados en la antigua Roma y la fenecida Cartago, actual Túnez, una ciudad fundada por los pueblos fenicios que procedentes de Fenicia (actuales Israel, Siria y Líbano) colonizaron nuestras costas creando numerosas ciudades dedicadas al comercio.
Cartago fue en su época la rival directa de Roma y ésta la destruyó para evitar su competencia y sus continuas guerras. Entre los siglos III y II antes de Cristo tiene lugar la acción de Cabiria, en la época en que Anibal cruzó la Península Ibérica hasta llegar a los Alpes montados en grandes elefantes que causaban asombro a su paso.
Entre otras acciones conocemos la batalla naval de Siracusa gracias al ingenio de Arquímedes que utilizó espejos para concentrar la luz solar y provocar el incendio de las mismas. Una secuencia magistral con los efectos de Segundo de Chomón, así como el volcán en erupción del principio que provoca la huida de los esclavos de una villa romana llevándose a una niña, Cabiria, nuestra protagonista, siendo capturados por los fenicios que les vendieron en el mercado de Cartago:
Las secuencias del dios Moloch al que sus sacerdotes arrojan niños pequeños a las llamas es la más impactante, pero Cabiria es salvada por Fulvio Axila (Umberto Mozzato) un noble romano y su fiel Maciste (Bartolomé Pagano). El triunfo de este personaje creó una serie con sus aventuras que fueron continuadas en los años cincuenta con la moda del péplum en color y scope.
Aunque en la actualidad podemos ver a la película de Pastrone (que entonces firmaba como Piero Fosco) algo teatral en su puesta en escena, ya que Griffith aún no nos sorprendió con su gramática cinematográfica, si es un inapreciable documento que nos seduce con su magia. Cabiria influenció en Pavid Wark Griffith que creó sus obras maestras El nacimiento de una nación yla maravillosa Intolerancia, una de las mejores películas de la historia del cine.
En fin una visión grata para quienes amamos ese tipo de cine y apreciamos las películas antiguas dándoles todo su valor y estudiándolas con perspectiva histórica.

Salvador Sáinz