I Festival D’Arbó de Cine Parapsicológico



FACHADA DEL CINE GIRONA

Santi Lapeira, Carles Benpar, Sebastián D'Arbó
Festival de la Costa Brava, junio 1988

Alex García, Angel Sala, Sebastià D'Arbó


Los días 3 y 4 de marzo de 2012 tuvo lugar en los cines Girona de Barcelona el I Festival D’Arbó de Cine Parapsicológico con una retrospectiva de todas sus películas a excepción de Cena de asesinos (1989).
Contando con un gran éxito de público pudimos recuperar un cine fantástico de los años ochenta en pantalla grande, un cine que hace años no podíamos ver por desidia de las autoridades cinematográficas catalanas que desde sus inicios han padecido una fuerte desidia hacia nuestro patrimonio fílmico.
Vimos Viaje al más allá (1980), El ser (1982), Acosada (1984), Más allá de la muerte (1986) y El misterio Fassman (2011).
Un cine que fue perjudicado por las leyes de la nefasta ley Miró y sus acólitos de los tristemente célebres Serveis de Cinematografía de la Generalitat deCatalunya.
Era imprescindible recuperar por fin estas películas que dieron la vuelta al mundo, algo que al parecer molestaba a los mayores enemigos de nuestra profesión.

 

El I Festival D’Arbó de Cine Parapsicológico nos trae el recuerdo de unos tiempos mejores en el panorama del cine catalán cuando intentaba en convertirse en un centro de cine cosmopolita en contraposición al mesetario de los madriles.
Durante el franquismo Barcelona fue la cuna del cine desafecto al régimen o que más bien pasaba de las películas sobre la Gran Cruzada, como así llamaban a su Alzamiento Nacional. Barcelona era lugar donde se rodaba cine de género como Antonio Isasi Isasmendi de gran proyección internacional y que en la actualidad ha sido olvidado. También José Antonio de la Loma, Ignacio F. Iquino, los Balcázar, los Iglesias Bonns, la mítica productora Profilmes cuyas películas daban la vuelta al mundo y se estrenaban hasta en Hong Kong. Se rodaban centenares de películas al año, se estrenaban todas y a nadie le importaban que fueran rodadas por equipos catalanes hasta que al venir la democracia, que nos ha dejado insatisfechos, todos los asuntos cinematográficos cayeron a manos de unos seres mediocres con teorías absurdas en la cabeza que se dedicaron a desmantelar la industria barcelonesa y financiar películas que n se estrenaban y que no interesaban a nadie.
Los tristemente célebres Serveis de Cinematografía se comportaron como el caballo de Atila. Por donde pisaban ya no crecía más la hierba. Así hicieron la vida imposible a los profesionales de toda la vida condenándolos al ostracismo:

A igual que Juan Piquer, el cine de Sebastián D’Arbó apareció en plena democracia cuando las mortecinas luces del fantástico español de los primeros setenta ya se habían extinguido.
Es muy importante en la trilogía parapsicológica de D’Arbó el personaje central que es interpretado por Narciso Ibáñez Menta, el mejor actor de cine fantástico español, que es todo un referente. Antiguo protagonista de Las historias para no dormir en los sesenta, y antes de Obras maestras del terror grabados en Argentina en donde es considerado una leyenda.
A los sesenta y ocho años debuta en esta serie con Viaje al más allá (1980) que en cierto modo recuerdan las películas de episodios de la firma Amicus. Rodada en los Pirineos mostraba casos de posesión demoniaca, premoniciones, espiritismo y reencarnaciones.
El éxito motivó que D’Arbó continuara con El Ser (1982) de nuevo con el gran Narciso, y además Mercedes Sampietro como una viuda protegida por un ente invisible.
La trilogía se cerró en 1986 con Viaje al más allá, la última colaboración con el mítico actor. Esta vez trataba de las posibilidades de regresar del más allá una vez fallecida o de reencarnarse en una nueva entidad.
Aparte  D’Arbó rodó dos thrillers, Acosada (1984), con Victoria Vera, una de las Historias para no Dormir que Narciso Ibáñez Serrador quiso rodar en 1982 pero que una orden de la dirección de RTVE malogró el proyecto. Cena de asesinos (1986), inspirada en una serie de Narciso Ibáñez Menta en Argentina, titulada El pulpo negro de gran éxito en dicho país. Pero las interferencias de Vincenzo Salviani  que remontó la película y la hostilidad de la Generalitat provocó que D’Arbó decidiera retirarse del cine.
Finalmente con El misterio Fassman (2011) regresa por fin a la pantalla grande, se trata de un documental sobre Fassman, famoso mentalista que tuve que marcharse de España para poder ejercer su labor.

Salvador Sáinz