EL MARAVILLOSO MUNDO DE RAY HARRYHAUSEN (4)

Llega el 2º ejercicio fuera de la producción de Schneer (después del documental “The Animal World”): “One Millions Years B.C. (“Hace un millón de años”, 1966) con la que la compañía británica Hammer- Films (4) iniciaba su serie de films prehistóricos. En realidad son historias anacrónicas ya que el ser humano jamás convivió con los dinosaurios pero se ve con agrado gracias, una vez más, a los efectos de Harryhausen.  La dirección corre a cargo de Don Chaffey, el cual ilustra ajustadamente lo pedido. En esta ocasión el rodaje tuvo lugar en las Islas Canarias, especialmente Lanzarote. Nuestro hombre anima un brontosaurio (visto tan solo unos cuantos segundos y de lejos), el ataque de un alosaurio cerca de las cuevas donde vive una de las tribus, el feroz combate entre un ceratosaurus y un triceratops, el vuelo del pteranodon capturando a Loana, (Raquel Welch), la terrible lucha aérea entre el pteranodon y el ramphorynchus, además del archelon (tortuga gigantesca de finales del Cretácico), una araña descomunal (solo unos segundos de aparición) y una iguana real aumentada. La película triunfó no solamente por la siempre habilidosa técnica de animación, también lo hizo por la belleza física de la debutante Raquel Welch que -como ha sucedido en otras ocasiones- se puso de moda durante algún tiempo.


Debajo diversas fotos con Martine Beswick, John Richardson y Raquel Welch



De nuevo con Schneer, Harryhausen vuelve a los dinosaurios con “Valley of Gwangi” (“El Valle de Gwangi”, 1969), de Jim O’Connolly. Es una mezcla de aventuras, western y fantasía rodada en Almería y Cuenca. Los protagonistas son miembros de un circo (principios del siglo XX) que descubren un valle perdido en el desierto de México, aislado del exterior por una entrada natural. Allí serán atacados  por un pteranodon y verán a un alosaurio (el llamado Gwangi) devorando a un ornithomimus, la posterior lucha de Gwangi con un styracosaurio (parecido al triceratops que Harryhausen no quiso repetir de su anterior film), la captura del alosaurio mediante lazos, como los vaqueros con las reses, imposible de realizar por la fuerza del animal (aunque se desprenden rocas de la cueva de entrada sobre Gwangi y al dejarlo sin sentido favorece la acción de los humanos de llevarse y exhibir a la fiera prehistórica), su posterior huída de la plaza de toros, la lucha contra un elefante de circo hasta su destrucción final dentro de la catedral (con la cola derriba unos lampadarios y se propaga el fuego por los cortinajes). La portentosa animación hace avanzar la correcta y, a veces, lenta realización de O’Conolly lo cual hace visionar con interés este film cuya idea estaba en la mente de Willis O’Brien años antes (falleció en 1962). Harryhausen quiso que viera luz como homenaje a su mentor.

Entramos en la década de los 70 con el retorno a su querido personaje: “The Golden Voyage of Simbad” (“El viaje fantástico de Simbad”, 1973), otro recital de maravillosas aventuras. La realización de Gordon Hessler no resulta tan poética como la de Juran (“Simbad y la Princesa”) o Chaffey (“Jason y los Argonautas”) en sus respectivas obras maestras pero es más sólida y eficaz que las de Sher, O’Connolly, Wanamaker o del Juran de “La gran sorpresa”. Los efectos de Ray Harryhausen son de lo más alto de su fructífera obra, acoplados perfectamente; el pequeño homúnculo volador (espía del brujo Koura), el mascarón de proa que adquiere vida por cuenta del hechicero para robar la carta de navegación, la estatua de la diosa Kali animada por el brujo que danza y con sus seis brazos empuña sendas espadas contra Simbad y sus amigos con la perfecta armonía de sus movimientos (para mí el culmen de la animación de Harryhausen ex-aequo a los siete esqueletos de “Jason y los argonautas”); el gigantesco centauro- cíclope (mezcla de personajes de la mitología, idea totalmente harryhausiana), representante de las fuerzas del mal como el griffon (otro ser mitológico con cabeza y alas de águila y cuerpo de león) lo es de las fuerzas del bien (el combate entre ambos fue de lo más difícil para la animación de Harryhausen). Rodada en Mallorca y en diversos puntos de Andalucía, el nuevo Simbad era John Phillip Law y el nuevo brujo, Koura, estaba interpretado por Tom Baker, substituto del Sokurah (Torin Tatcher) de “Simbad y la Princesa”.

Es inferior la realización del ex-actor Sam Wanamaker para el tercer Simbad que vino a continuación: “Simbad and the eye of the tiger” (Simbad y el ojo del tigre, 1976), empezada a filmar en Andalucía y acabada en Malta. Es una puesta en escena sin inflexiones, atonal y grisácea pero podemos visionar con gusto el álbum de sorpresas que nos tiene preparado nuestro hombre: el Minaton (estatua del minotauro, con una especie de reloj por corazón que cobra vida gracias a las malas artes de la bruja Zenobia), el Walrus (especie de morsa gigante del Polo Norte), los espectros que atacan a Simbad en el campamento (recuerdan en mucho a los esqueletos de Jason y...), el gigantesco troglodita con cuerno y piel granulosa, inspirado en los cíclopes del primer Simbad, el tigre “dientes de sable” y el príncipe Kassim convertido en mandril. Este tercer Simbad es Patrick Wayne, correcto en su interpretación aunque no nos haga olvidar a los dos anteriores. Habrá también la escena típica de combate entre criaturas fantásticas: el dragón de Sokurah vs. El cíclope (“Simbad y la Princesa”), el centauro-cíclope vs. El griffon (El viaje fantástico de Simbad) y el troglodita contra el Smilodon o “Tigre de dientes de sable”, mientras el vencedor morirá poco después; el dragón mata al cíclope pero recibe una flecha gigantesca, cayendo muerto sobre Sokurah y aplastándolo (Simbad y la Princesa”), el centauro- cíclope, ayudado por Koura, vence al griffon pero luego es lanceado y apuñalado por Simbad y sus marinos (El viaje fantástico de Simbad”) y el Smilodon degolla al troglodita y poco después es alcanzado por una estalagmita desprendida que acaba con su vida --- en realidad el espíritu de Zenobia se había apoderado del animal --- (“Simbad y el ojo del tigre”).

El relativo fracaso comercial -que no técnico, ni tampoco artístico- de su última película, “Clash of the titans” (“Furia de titanes, 1980”) dictaminó, desgraciadamente, la jubilación anticipada de Ray Harryhausen y su sistema de animación. La causa no fue la morosa e insegura puesta en escena de Desmond Davis; otras veces el trabajo de Harryhausen ha salvado el interés por la función (5), pero eran otros tiempos y aparecieron otros sistemas puestos de moda y respaldados por presupuestos millonarios (aunque “Furia de titanes”  contó con el apoyo económico de MGM y un presupuesto más holgado, 16 millones de $, más elevado que la suma total de las otras películas Schneer- Harryhausen). Como en “Jason y los argonautas” volvemos a la mitología griega: Zeus/Júpiter (Lawrence Olivier), Afrodita/Venus (Ursula Andrews) y otros juegan una vez más al ajedrez con personas humanas. El film se rodó en diversas localidades de España, Italia, Grecia, Sicilia, Turquía y Malta. Se reproduce la historia de Perseo y la medusa (que recuerda la mujer- serpiente del primer Simbad), el Cancerbero, aquí perro gigantesco de dos cabezas, Kraken, el monstruo submarino, Calibos (basado en los mitológicos faunos, a veces muñeco animado, a veces actor maquillado), Pegasus (el caballo volador) y el búho metálico (guiño a “La Guerra de las galaxias”). Nuestro hombre salió por la puerta grande, él y su sistema serán recordados siempre por los aficionados. Su trabajo fue substituido por la informática y ordenadores cada vez más sofisticados pero los Lucas, Spielberg, Cameron y demás epígonos -con sus méritos que no niego- con su técnica y sus millones nunca podrán igualar la maravillosa y entrañable poesía de Ray Harryhausen.

Narcís Ribot i Trafí

1)- El sistema de Harryhausen está explicado en el libro de Adolfo Blanco Lucas, “Cinesaurios”, editado por Royal Books (Barcelona, 1993) que recomiendo, no porqué el autor, amigo mío, a quien envié material y escritos, me nombre como uno de los más grandes expertos de Harryhausen en España  --- modestia aparte --- sino por los acertados comentarios y la completa filmografía sobre dinosaurios en el cine.
2)- Eugene Lourie escribió el guión y dirigió Behemoth, the Sea monster (The Giant Behemoth, titulo en Estados Unidos, en España no llegó) con Willis O’Brien en coral con otros técnicos y muy bajo presupuesto, con algún momento interesante pero sin alcanzar el impacto de “El monstruo de tiempos remotos”. Lourie realizará una tercera aproximación dinosaúrica en 1960: “Gorgo” (“Gorgo”), centrándose – sin abandonar el esquema prefijado ---en el instinto maternal de los dinosaurios.
3)- Curtis Siodmak era guionista y argumentista de reconocido nombre, además de autor de novelas (en su país, Alemania, de donde que huyó a causa de la subida al poder del nazismo), además de realizador ocasional. Su más famoso relato es “El cerebro de Donovan”, realizándose varias versiones cinematográficas y su guión más recordado, por iniciar una serie, es la historia del pobre Lawrence Talbot, interpretado por Lon Chaney Jr., un hombre bueno que por desgracia queda marcado por el estigma de la licantropía: “El hombre-lobo”. Curt Siodmak (a quien conocí en el Festival de Sitges de 1987) era hermano del director Robert Siodmak, famoso por sus películas de cine negro. George Worthington Yates era otro gran guionista, husmeador de ideas y momentos acertados en el campo de la SF y fantasía. A él se deben argumentos como “Them” (“La humanidad en peligro”), 1954), de Gordon Douglas, absoluta obra maestra (hormigas gigantes a causa de la radiación atómica), It came from Beneath the Sea, de Robert Gordon y efectos de Harryhausen, cambiando las hormigas por el pulpo, o “La conquista del espacio” (1955), de Byron Haskin.
4)- Hammer Films, modesta productora británica, fue fundada por los hermanos Enrique y James Carreras y William Hinds en 1935. En los 50, después del éxito de “El experimento del Dr. Quatermass”, de Valt Guest (1955) decidieron hacer un revival de los mitos del cine de terror. Consiguieron las versiones más hermosas y románticas cuando contaron con el realizador Terence Fisher.
5)- En “Furia de titanes” Harryhausen tomó como ayudante a Jim Danforth, gran técnico en Stop Motion, responsable, entre otras, de la animación de “Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra”, segunda vuelta de Hammer sobre la prehistoria después del éxito de “Hace un millón de años”. Lástima que su prometedora labor no tuviera continuidad.