MANHATTAN (1979)

En otro lugar, he hablado del cine de Woody Allen, un autor que es capaz de rodar bodrios como Vicky Cristina Barcelona y sublimes obras maestras como Medianoche en París, La rosa púrpura del Cairo, Balas sobre Broadway y la presente Manhattan.
Tal vez su mayor defecto radica en que es un cineasta demasiado sobrevalorado y que confía demasiado en su genio, por lo que en ocasiones se crea que los cinéfilos nos tragamos cualquier cosa.
En otras ocasiones Woody pone todo su amor y todos sus sentidos en sus obras, aquí es cuando triunfa.
Es como si hubiera dos Woody Allen, uno el pedante y aburrido, otro el sensible e imaginativo.
Uno se cree que es Ingmar Bergman ignorando que el cineasta sueco es irrepetible. En realidad todos los seres vivientes son únicos y los más personales son quienes deben ser tenidos en cuenta, y el otro, el que a nosotros nos gusta, es simplemente Woody Allen quien cuando ejerce de sí mismo saca el genio que tiene dentro.


MANHATTAN de Woody Allen. Título original: Manhattan. Año: 1979. Duración: 96 min. Pais: Estados Unidos. Director: Woody Allen. Guión: Woody Allen & Marshall Brickman. Música: George Gershwin. Fotografía: Gordon Willis (B&W). Reparto: Woody Allen, Diane Keaton, Michael Murphy, Meryl Streep, Mariel Hemingway, Anne Byrne. Productora: United Artists presenta una producción Jack Rollins / Charles H. Joffe. Género: Comedia. Drama.
PREMIOS: 1979: BAFTA: Mejor película

Woody Allen es una rara avis en el cine estadounidense, un cineasta independiente, un “indie” intelectual alejado del mercantilismo de Hollywood nos hace comprender que los Estados Unidos es un país mucho más grande que esta fábrica de productos en serie en que se ha convertido la en otros tiempos fábrica de sueños.
Fiel a su amado Nueva York, aunque en sus últimos años haya deambulado por la Europa culta (Barcelona, Oviedo, París, Roma), Allen es un autor mucho más querido en este lado del Atlántico que en el suyo propio.
Sus películas, las mejores, aquellas en las que ejerce de sí mismo, en las que se convierte en un autor original, tienen el aroma de las Jazz Session con sus citas cinéfilas, su ironía sarcástica, su romanticismo y sus ganas de vivir.
Muestra por lo general una sociedad bastante desquiciada compuesta por una fauna neurótica como la de Manhattan, con esas mujeres obsesionadas con las más absurdas paranoias, capaces de escribir libros contando sus intimidades de sus ex maridos (¿hay algo más rastrero en ese mundo?) o filosofar los mayores disparates inimaginables. No es de extrañar que el personaje de Allen entre en amores con una joven a punto de alcanzar la mayoría de edad, personaje encarnado por la gran revelación de este título mítico del cineasta neoyorquino, Mariel Hemingway. Es el único personaje puro de la película, todavía no contaminado por las pretensiones pseudo intelectuales de estos seres obsesionados en aparentar una inteligencia de la que carecen.
Todo ello aderezado con un brillante blanco y negro en scope, recordando el cine de pasadas épocas en las que el color estaba ausente por cuestiones técnicas, y sobre todo con la maravillosa música del gran George Gershwin recordándonos los míticos musicales de los Fred Astaire, Eleanor Powell, Gene Kelly y Judy Garland que tantas horas felices nos han dado.
Maravillosa película en la que emerge el mejor Allen en su estado puro y natural.

Salvador Sáinz