LA ÚLTIMA LEGIÓN (2007)


LA ÚLTIMA LEGIÓN. Título original: The Last Legion. Año 2007. País: Reino Unido. Director: Doug Lefler. Actores: Colin Firth (Aurelio), Ben Kingsley (Ambrosinus),Aishwarya Rai (Mira), Peter Mullan (Odoacro), Thomas Sangster (Rómulo Augusto), Kevin McKidd (Wulfila), John Hannah (Néstor), Iain Glen, Thomas Brodie-Sangster, Rupert Friend, Nonso Anozie, Owen Teale, Alexander Siddig, Robert Pugh, James Cosmo, Harry Van Gorkum, Lee Ingleby. Guión: Jez Butterworth, Tom Butterworth (Historia: Carlo Carlei, Peter Rader, Valerio Manfredi). Música. Patrick Doyle. Fotografía: Marco Pontecorvo. Coproducción GB-Francia-Italia. Producto: Dino di Laurentiis. Duración: 110 minutos. Aventuras. Acción. Bélico | Antigua Roma

Rómulo Augústulo fue el último emperador romano. Curiosamente llevaba el nombre del fundador de roma, Rómulo, y el del primer César, Augusto. Fue depuesto cuando tenía sólo quince años y su vida posterior es un misterio. Valerio Massimo Manfredi escribió La última legión, publicada en 2002, y cinco años después Dino di Laurentiis la llevó al cine.
La película baraja la hipótesis de que Rómulo Augústulo se refugiara en Britania y se convirtiera en el famoso rey Pendragon, entroncando con el mito del rey Arturo y los caballeros de la tabla redonda.
Las aventuras cinematográficas son simpáticas, cuentan con un guión de esos que podríamos llamar cine dominguero. Es decir, la película que carece de pretensiones artísticas, que sólo buscan el negocio y que están resueltas con una cierta profesionalidad. Te divertirás, te hará gracia pero no te deja ninguna huella imborrable.
Dentro de la categoría del cine que nos gusta siempre hay varios niveles y este es el inferior. En ella todo es correcto, todo es discreto.
Así el césar derrocado acaba buscando la novena legión, hacia el año 476. Han pasado cuatro siglos y medio desde lo narrado en Centurión y La legión del águila, rodadas posteriormente. Su factura es muy justita, pero eso sí tiene ese algo que se llama gracia. No te desagrada y no te aburre. Te entretiene y punto.
Otro emperador que merecería un largometraje de mayor enjundia.

Salvador Sáinz