LA VERSIÓN CLÁSICA

BEN-HUR (1959)

Estamos ante un filme legendario del que se ha escrito mucho y se continuará escribiendo. Una película que ha vencido al paso del tiempo.
Me refiero a Ben-Hur. La versión de William Wyler naturalmente que eclipsó la muda de 1925 y que en la actualidad permanece insupeable.


BEN-HUR. MGM, 1959. Directed by William Wyler. Camera: Robert Surtees, Harold Wellman, Pietro Portalupi. With Charlton Heston, Jack Hawkins, Haya Harareet, Stephen Boyd, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam Jaffe, Finlay Currie, Frank Thring, Terence Longden, George Relph, André Morell, Marina Berti, Adi Berber, Laurence Payne, Stella Vitelleschi, Jose Greci, John Horsley, Richard Coleman, Duncan Lamont, Ralph Truman, Richard Hale, Reginald Lal Singh, David Davies, Dervis Ward, Claude Heater, Mino Doro, Robert Brown, John Glenn, Maxwell Shaw, Emile Carrer, Tutte Lemkow, Howard Lang, Ferdy Mayne, John Le Mesurier, Stevenson Lang, Aldo Mozele, Thomas O'Leary, Noel Sheldon, Hector Ross, Bill Kuehl, Aldo Silvani, Diego Pozzetto, Dino Fazio, Michael Cosmo, Aldo Pini, Remington Olmstead, Victor De La Fosse, Enzo Fiermonte, Hugh Billingsley, Tiberio Mitri, Pietro Tordi, Jerry Brown, Otello Capanna, Luigi Marra, Cliff Lyons, Edward J. Aregui, Joe Yrigoyan, Alfredo Danesi, Raimondo Van Riel, Mike Dugan, Joe Canutt, Les Ballets Africans, Giuseppi Tosi, Count Mario Rivoltella, Prince Emanuele Ruspoli, Prince Raimondo Ruspoli, Count Santiago Oneto, Prince Hohenlohe, Princess Hohenlohe, Count Marigliano Monte, Baroness Lillian de Balzo, Duchess Nona Medici.

Sobre Ben-Hur se ha dicho de todo desde que la protagonista Haya Harareet abandonó el cine para convertirse en teniente coronel del ejército israelí (ya hay que tener imaginación, pues la señora se retiró para convertirse en la esposa de Jack Clayton) hasta que Judah Ben-Hur y Messala eran gays inconfesos, que todo lo que ocurría en la película no eran más que pataletas de amantes despechados.
A veces uno cree que quien escribe sobre cine o sobre cualquier cosa le debe de dar al tintorro más de la cuenta porque hay que ver la cantidad de disparates que publican. También los estudiantes de esas escuelas de cine que han llegado a decir que la película está muy mal hecha porque cuando corren las cuadrigas se ve en el suelo los surcos que se utilizan para arrasar la pista.
La realidad es que nos encontramos con un espectáculo perfectamente construido que en cada visión gana, porque siempre se descubren cosas nuevas. La realización de William Wyler es muy rica en detalles. La escena de la carrera de cuadrigas pertenece a otro realizador, Andrew Marton, pero eso no quita méritos a la película.
Los actores rayan a gran altura Charlton Heston está soberbio, se ganó el Oscar a pulso, y genial es el jeque árabe Ilderim con las facciones del socarrón Hugh Griffith. Incluso Stephen Boyd, un actor que no me convencía está perfecto como el traidor Messala.
Toda la trama gira alrededor de una búsqueda y de una venganza que sabe amarga. La búsqueda de la paz interior en su encuentro con el carpintero desconocido que le da agua camino a galeras.
Wyler sabe crear emotividad en cualquier escena, incluso con los detalles más insignificantes son cuidados al máximo. Quien la ha visto en pantalla grande en varias ocasiones, sobretodo en un formato panorámico como el 70 kilómetros con una calidad de imagen que nunca más hemos vuelto a ver.
La escena de galeras es impresionante, la del circo sublime. Pero Ben-Hur no es sólo un espectáculo, están los momentos más personales e íntimos. Las escenas de Judah con Esther resueltas con inusual elegancia. Cada gesto, cada mirada tienen un toque exquisito.
En definitiva que nos encontramos a una película de toda la vida. Esas que hemos visto numerosas veces y que casi nos sabemos de memoria. En definitiva una obra maestra.

Salvador Sáinz

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