YO SOY SUSANA (1933)

YO SOY SUSANA. Título original: I Am Suzanne! Año: 1933. País: Estados Unidos. Director: Rowland V. Lee. Reparto: Lilian Harvey (Susana), Gene Raymond (Tony Malatini), Leslie Banks (Adolpe 'Baron' Herring), Georgia Caine (Mama), Murray Kinnell (Luigi Malatini), Geneva Mitchell (Fifi), Halliwell Hobbes (Dr. Lorenzo), Edward Keane (Teatro Administrador), Lionel Belmore (Titiritero / Satan). Guión: Rowland V. Lee, Edwin Justus Mayer. Música: Louis De Francesco, Friedrich Hollaender. Fotografía: Lee Garmes (B&W). Fox Film Corporation. Duración: 98 minutos. Musical, Romance, Fantástico

Lilian Harvey se había convertido en la gran estrella del musical alemán cuando Hollywood llamó a sus puertas. La Ciudad de los Sueños, la gran industria del cine, ya había importado a otras estrellas de su nacionalidad como es el caso de Marlene Dietrich o la sueca Greta Garbo que ya había brillado en los estudios germanos. Pero si nos fijamos estas dos actrices se “hicieron” literalmente en Hollywood. Marlene triunfó con El ángel azul pero con un director hollywoodense, Josef von Stenberg. Las carreras de ambas actrices en Alemania era poco consistente y sus mayores triunfos los habían logrado al cruzar el Atlántico y asentarse en la soleada California.
Lilian Harvey ya había triunfado en producciones europeas gracias a que podía hablar fluidamente el alemán, el francés y el inglés.El congreso se divierte y El trío de la bencina habían arrasado en taquilla tanto en sus versiones francesas como alemanas. Era la estrella más importante del neofito cine sonoro europeo por lo que al llegar a Hollywood estaba ya en la cresta de la ola, era una triunfado, una actriz de prestigio por lo que sus películas debían estar a su altura y la Fox puso manos a la obra. Sin embargo sus filmes americanos jamás obtuvieron el éxito de los europeos, son mundos muy distintos. Lilian era demasiado culta, demasiado europea para los estadounidenses.
Se le adjudicó a Rowland Vance Lee (6 de septiembre de 1891 – 21 de diciembre de 1975), un director, guionista, productor y actor cinematográfico de nacionalidad estadounidense. Una figura que ha hecho de todo. Cine de género sobretodo. Cine de terror de bajo presupuesto, aventuras de capa y espada. Sus películas marchaban bien pero no era una primera figura, sólo un artesano hábil y agradable de ver.

Yo soy Susana, el título que nos ocupa, fue uno de los intentos de reciclar a Lilian como actriz hollywoodense. Se le quiso dar una imagen más sexy como demuestra ese número musical en la que aparece en bikini y derrite un muñeco de nieve sobre un escenario. Por otra parte pone en evidencia sus habilidades acrobáticas en varias secuencias.
A pesar de la falta de sinfonía con los estudios americanos la película no es nula, todo lo contrario. Tiene su magia, su encanto. V. Lee sabía crear ambientes fantásticos como lo demostró en La Sombra de Frankenstein con Boris Karloff, filme más que estimable. Esos números de marionetas, esas secuencias oníricas tienen no poca gracia. Lilian hace lo que puede aunque se la ve algo incómoda. Da la impresión que la Fox no supo cómo utilizarla y el musical no era lo suyo. En Alemania era la reina, pero por desgracia subió el partido nacionalsocialista al poder y su carrera se hundió sin remedio porque no se adaptó a la nueva realidad. Una actriz políglota, culta, se convirtió en una apatrida que no encajaba en ningún lugar.

En Yo soy Susana vemos donde da muestras de su talento. Habla y canta en inglés, pero realiza varios números acrobáticos. Echamos de menos a un Busby Berkeley o a un Ernst Lubitsch, tal vez una productora más solvente como la Metro. Rowland V. Lee se defiende como puede y crea una excelente atmósfera. Lilian está acompañada de Gene Raymond, el marido de Jeannett McDonald, siempre a la sombra de su famosa esposa, y Leslie Banks, actor británico visto en varios filmes tempranos de Alfred Hitchcock y sobretodo en el legendario El malvado Zaroff que entonces estaba muy de moda. Desgraciadamente la taquilla le fue adversa, obtuvo pésimas críticas, pero en la actualidad se ve con simpatía pese a la desidia en las ediciones domésticas de sus películas.

Salvador Sáinz